La Luna ejerce una fuerza de atracción sobre la Tierra, esta fuerza tira de los océanos provocando las mareas. Debido a la fricción que estas mareas producen en la Tierra, provocan que la Tierra pierda energía de rotación y ésta sea trasferida a la Luna, ganando así altitud orbital, alejándose de la Tierra.
En el pasado la Luna rotaba mucho más rápido y estaba más cerca de la Tierra, por lo que las mareas eran mucho más altas que ahora. Las condiciones climatológicas no tenían nada que ver a las que hoy día conocemos, los vientos eran mucho más fuertes, los días eran más cortos, etc.
El hecho de que la Luna se vaya alejando, provocará que nuestros días serán más largos, las mareas más suaves y las condiciones climatológicas no sean como las de la actualidad.