El grupo de jóvenes se había reunido sobre las 23:00 como cada noche, pasadas tres horas, cuatro de ellos se encontraban jugando al parchís sentados en un escalón cuando la Policía local se les acercó y requirió a uno de ellos la documentación.
Conchi Toro de 29 años explicó al periódico malagueño que no pensaban que fueran a multarlos y que les dijeron "que no se podía consumir nada y que había recibido quejas de los vecinos a los que les molestaba el ruido de los dados con el cubilete".
Afirma que llevaban dos botellas de agua y una lata de refresco de cola vacías y que al lado había una silla de playa en la plaza, situada en el barrio de la Purísima, próximo a la calle Eugenio Gross.
"La Policía empezó a sacar las denuncias para que las firmáramos. Nos quedamos muertos porque no estábamos ni siquiera chillando, sólo hablando", comenta.
Añade que no han cometido "ningún delito"; que en esa plaza se juntan todos desde que empezaron a andar, "hace más de 25 años", y que les dijeron que eran muchos y que no podían hacer "una reunión así como así".
La Policía, según consta en el escrito citado por el rotativo, justificó su actuación en la "permanencia y concentración de personas consumiendo bebidas en zonas no autorizadas".
En el caso de los chicos los hechos denunciados se refieren "al consumo de bebida sin alcohol y jugar al parchís", mientras que en el de ellas se destaca solo lo primero.
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Fuente: http://www.eitb.com
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