- Los antiguos romanos a la hora de declarar en un juicio, no juraban sobre la Biblia, como se hace en la actualidad, lo hacían apretándose los testículos con la mano derecha, de ahí la procedencia de la palabra testificar.
- La voz femenina provoca agotamiento en el cerebro masculino, según un estudio realizado por el profesor Michael Hunter (Gran Bretaña), el tono de voz de la mujer es más complejo que el del hombre, por eso utiliza toda la parte auditiva del cerebro del hombre, mientras que la voz del hombre solo ocupa el área subtalámica. Es por esto que las mujeres se quejan de que los hombres no las escuchan, ya que el hombre "desconecta" por una razón puramente fisiológica.
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Fuente: http://www.psicoactiva.com/curios/curios1.htm
si yo fuese romano... me abstendria de testificar en ningun juicio.. jjjjj. saludos desde tierras del norte
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